En 1885 Felipe Lagunilla hizo la mayor labor en rescatar a los viñedos de la Rioja de la filoxera. Nombrado comendador por el rey, es reconocido por liderar la replantación de viñas con esquejes americanos resistentes a la filoxera.

En 1994 un grupo de cuatro emprendedores, the Why Not Band, se toparon con Bodegas Lagunilla. Ésta era por aquel entonces una empresa huérfana perteneciente al gigante de los espirituosos Diageo y, en aquel preciso momento, supieron que tenían que adoptarlo. Haciendo esto, tomaron la responsabilidad de mantener con vida una de las bodegas más tradicionales de la Rioja Alta, fundada en 1885.